ELEGANCIA Y TECNOLOGÍA

Pershing 90

Es un barco que, manteniendo la filosofía de la marca, ha apostado por la agresividad, tanto en diseño como en tecnología.

 

En esta ocasión hemos decidido probar un Pershing 90 presentado en el pasado salón de Cannes. La imagen, fiel a la marca, está dotada de una gran agresividad. Cuenta con las típicas ventanas alargadas en la superestructura y ventanas verticales en el casco. El solarium de popa es espectacular, sin inmutarse al abrirse el garaje inferior que cuenta con una semirígida Bombardier 3D .

La zona de estar sobre el techo con colchonetas dejan al pasajero una sensación espectacular que cuando el yate alcanza velocidad de crucero parece que echan a volar. Desde el exterior, la imagen es sobrecogedora sobre todo desde barcos pequeños; no olvidemos que cuenta con 27,42 metros de eslora y 6,23 de manga.

El diseño de los muebles de la cubierta principal influye en el estado de ánimo y en el Pershing 90 se hace notar. La elección es color rojo fuerte para los asientos alrededor de la mesa de comedor de Zanotta, la silla Barcelona diseñada por Van der Rohe y una escalera en un sitio poco frecuente que baja hasta la zona de noche.

Dos sillones tapizados en blanco Besenzoni están situados frente al puesto de gobierno, con mucha electrónica que incluye un sistema Naviop desde el que se controla casi todo; pantallas multifunción de los motores, flaps, trim, hélice de proa, etc…

La cubierta inferior está iluminada de manera exquisita. Tiene cuatro cabinas dobles, todas con aseo, más uno de cortesía junto a la escalera. La cabina del armador ocupa la popa y se ha resuelto a toda manga allí donde se han ubicado las ventanas verticales del casco. Esto proporciona de nuevo una gran luminosidad natural. La cama está situada en la banda de babor, girada 45 grados y orientada hacia una gran pantalla de televisión. El cuarto de aseo está también a babor y se accede a él a través de una puerta corredera suspendida del techo realizada con tal precisión que no deja ninguna marca en el piso a pesar de que no hay rail ni guía alguna en el suelo. Lógicamente, este aseo es el mayor del barco pues cuenta con dos lavabos encima de una superficie de wengé; inodoro, bidet y una ducha separada con una pantalla de metacrilato. Llama la atención que los espejos de los lavabos estén colocados en un gran marco en cuyo centro se sitúa la cortina del portillo lateral, lo que produce un interesante efecto de espacio y luz. 

El Pershing 90 se propulsa con dos motores MTU de 2.435 caballos y transmisiones con hélices de superficie Arneson ADS 16L realizadas ex profeso para este yate, lo que le proporciona una velocidad máxima de 44 nudos a un tercio de la carga y una autonomía a 38 nudos considerada su velocidad de crucero de 370 millas.

 


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